El pasado mes de septiembre se cumplieron 30 años de la encíclica del Papa Juan Pablo II LABOREM EXERCENS.
Sin lugar a dudas están más vigentes que nunca los planteamientos de esta encíclica. Y uno de ellos sobre todo: la dignidad del trabajador, sujeto y fundamento de todo trabajo.
Él es “el primer fundamento del valor del trabajo es el hombre mismo, su sujeto. El trabajo está en «función del hombre» y no el hombre «en función del trabajo»”.Así mismo el trabajo es un importante fundamento sobre el que se forma la vida familiar.
La encíclica puntualizaba taxativamente como el trabajo tiene prioridad sobre el «capital» y al mismo tiempo señala que el derecho al trabajo es uno de los más importantes del hombre.
Un documento que resume la doctrina Social de la Iglesia y que merece ser recordado cuando, a pesar de haber cumplido tres décadas, es hoy más actual que nunca.
Os adjunto la encíclica en formato pdf por si queréis dedicarle un ratejo.
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