DE LO QUE SE HABLA Y DE LO QUE NO.

En los últimos años me suelen llegar mensajes informando unas veces, alarmando otras, sobre la situación del profesorado de religión o el profesorado en general y el maltrato que recibe por parte de la administración.

Muchos de estos mensajes no carecen de razón. Son ciertos, evidentes y sacan a flote las injusticias que padecemos. Dejan entrever como cada vez hay más reformas tendentes, sino a maltratar la asignatura, si a hacerlo con el profesorado de religión cada vez mas exprimido.

Por supuesto estos mensajes siempre hablaban de una administración y dejaban, como entre líneas, la idea de que con “otra” administración eso no pasaría.

Ya hace casi una semana que en Madrid y otras comunidades se ha aprobado una orden estableciendo el horario del profesorado de secundaría en 20 horas semanales, dos más que ahora, y dejando abierta la posibilidad de una ratio de 35 alumnos por clases.

He estado esperando los mensajes de los interlocutores que me los mandaban antes pero no me han llegado, es curioso, seguirán de vacaciones.

Analicemos que significaría esto para el profesorado de religión de secundaría si se aplicara en Andalucía sin ninguna contrapartida.

1º - Al contratarnos por horas y sin ninguna posibilidad de completar horario las opciones serían dos. O bien quedarnos todos con horario, y por tanto salario, reducidos. O bien la pérdida de puestos de trabajo que, sólo en Málaga, estimo entre 15 o 20. Lo más seguro y conociendo a la administración sería que usara la primera opción para así no tener ni siguiera que pagar despidos.

2º - La perdida de horas se agravaría además al aumentar la ratio ya que, en buena lógica, disminuirían también los cursos y por tanto las horas.

3º - Finalmente el proceso se agravaría por la pérdida de matriculas de cada año.

Afortunadamente la administración andaluza ya se ha pronunciado al respecto diciendo que no va a tomar esta medida. O sea que por el momento podemos respirar.

Ahora estoy a la espera de los que me mandaban esos mensajes de alarma de la administración y a la esperar de ver lo que va a pasar con los compañeros de, por ejemplo, Castilla la Mancha y Madrid.